domingo, 30 de septiembre de 2007

Escribir despacio

Hoy pensaba escribir sobre el egoísmo, sobre cuando se origina, sobre sus consecuencias y alguna cosa más... El observar a mi hija de 19 meses, que acaba de tener consciencia de la propiedad, y sin embargo, no conoce el egoísmo me producía un placer difícil de describir, tras dos largas semanas sin poder verla y sin disfrutar de sus proezas infantiles. Hasta tenía preparado un vídeo de una canción de Serrat que me venía al pelo para la ocasión.

Pero la desventaja de escribir despacio es que, a veces, los sucesos te desbordan y es necesario cambiar la orientación de un comentario para reseñar la actualidad más triste.

Y es que ayer murió una personalidad histórica muy importante para aquellos que sabemos que en el pasado está la clave para no cometer los mismos errores una y otra vez: Joan Sans Sicart.

Para quién no lo conozca, Joan Sans era un anarquista, uno de esos que se dicen libertarios, un republicano catalán e independentista. Sirvió en la guerra, como otros muchos maestros de escuela, en la 120 Brigada de la 26 División; la que se llamó Columna Durruti. Y vivía exiliado en Toulouse. Para los que hemos tenido el honor de leerle, era uno de los más grandes historiadores y novelistas de este siglo; pues gracias a él y a sus escritos hemos podido conocer de primera mano esa Historia que no cuentan los ganadores de los conflictos. La Historia de los perdedores, de los que sobreviven pese a la derrota, de los que vencen pese a las circunstancias históricas que les hacen perder las guerras.

No se puede decir que yo sea un anarquista. Ni siquiera me considero nada parecido. Ni cercano en pensamiento a ideas tan revolucionarias. Sí soy un pensador de izquierdas: pensador con minúsculas, pues la mayor parte de mis ideas políticas y sociales no son propias, sino una amalgama de pensamientos ajenos digeridos y procesados de una forma muy "sui generis" que acaban por tener multitud de contradicciones y lineas generales opuestas. Y sin embargo, la pérdida de inteligencias superiores, de personas y personajes como la que hoy lamento, me entristecen profundamente. Porque cualquier pérdida histórica es, en sí misma, la pérdida de parte de nuestra esencia; y repercute en nuestro avance hacia un futuro mejor y más claro.

Hace poco, Bito, otro bloguero hacía un comentario en su espacio sobre los sucesos acaecidos en Cataluña y la utilización política que se estaba haciendo de la quema de fotos del rey. No quisiera hacer un chiste morboso de esto, pero seguramente a Joan Sans, desde su exilio, le daría un vuelco el corazón de pensar en ello. Desde su figura pública de anarquista quizá se alegrase de estos sucesos, pero desde su figura privada, la que se vislumbra en sus novelas, lloraría por ver cómo sus nietos ideológicos comenten los mismos errores una y otra vez por no entender, por no aprender de su propia historia personal. Y eso que avisó en su última conferencia hace apenas un mes, el 30 de Agosto.

Esto me hace reflexionar lo siguiente: Da igual cuanto me esfuerce en enseñar a mi hija. Ella ha de cometer sus propios errores, sí; pero me gustaría que algunos de los que yo he cometido pudiera superarlos sin tener que sufrir sus consecuencias como yo las he sufrido. Que pasara por encima de ellos sabiendo cuales van a ser sus opciones y las circunstancias en las que se basan dichos fallos. Quizá así su camino sea un poco menos bacheado y su carrera vital un poco más rápida y agradable.

Requiescam In Pace, por fin, amigo lejano.



Dejo el vídeo que tenía preparado, aunque no tenga nada que ver con el post (es precioso).


8 comentarios:

Bito dijo...

Sabes que ocurre, que el hombre es un animal empírico, es decir, que aprende de las experiencias. Y por mucho que nos digan que el fuego quema no dejaremos de desear tocarlo hasta que nos quememos. He aquí la razón más llana y simple de porqué siempre reincidimos en los mismos errores, dando vueltas y vueltas sobre las mismas memeces sin avanzar (que no evolucionar) jamás. Trescientos años de vida necesitaríamos para cambiar, porque para cuando nos damos cuenta de cuál eran los buenos caminos ya es demasiado tarde, los huesos andan en exceso cansados.

Tu hija cometerá muchos de tus errores y muchos de los suyos, y sólo cuando se dé cuenta de que se equivocó recordará entonces tus palabras, ya ves, posiblemente cuando ella hable de otra de sus hijas.

Es lo que tiene el asunto, y si lo miras bien tiene un punto muy bonito.

Isabel Burriel dijo...

Un poco de espíritu anarquista nos debería teñir a todos un poco, salvando las distancias, claro pero creo que pensamos que las cosas deberían ir más deprisa, que los cambios deberían suceder con menor lentitud y, sin embargo tú lo has dicho. La historia también se escribe despacio y por eso hay cosas que parece que no cambian. Pero confío, pido y suplico que los hechos de hoy no se conviertan en la guerra de ayer.

A veces pienso en la educación recibida y en que efectivamente todos nos empeñamos en experimentar las cosas por nosotros mismos pero sin educación, esa experimentación te puede hacer un verdadero imbécil. Como padre, no debes nunca desistir de la transmisión de valores. Antes o después los hijos solemos recordarlos y hacerlos nuestros.

Besotes.

Mormo dijo...

Sí INTE, lo que ocurre es que, a veces ése recuerdo llega demasiado tarde, cuando ya se han cometido los errores. Eso es lo que lamento.

BITO: Gracias por tu comentario. Desde aquí te mando mi admiración por tu inteligencia y sabiduría. No es broma. Se nota cuando una persona ha vivido lo suficiente para ser considerado sabio.

DémoNan dijo...

Cierto, tu hija cometerá los suyos propios como tú en tu día cometiste los tuyos. Ser padres no es tenerlos en nubes de algodón, es guiarlos por entre las rosas con espinas :-)

Anónimo dijo...

Los errores van marcados por las circunstancias históricas del momento. Es poco probable que tus errores le sirvan de algo a tu hija. De guía, talvez, pero las soluciones cambian con el tiempo ante los mismos problemas. ¿O no?

Un abrazo anarquista de salón ;)

Mormo dijo...

Eso pretendo DEMONAN, guiarla, que nunca ha sido i estilo superprotegerla para que parezca una flor de invernadero.

Sí HASTA LOS COJONES, soy un anarquista de salón... bueno más bien anarquista de bar oscuro y porro en las manos, que así fueron mis primeros contactos con la historia de la lucha obrera: escuchando a una abogada sindicalista que nos invitaba a porros a cambio de poder desahogarse con nosotros... jajajjajaja...

Anónimo dijo...

Ja, ja, ja, ja, ja...
Por lo menos los porros te salian gratis.

Un abrazo.

Fibonacci States dijo...

Hola Mormo, un gusto leerte, eres todo un descubrimiento, en realidad la culpa la tiene un comentario que dejó Pablo en mi blog y ya sabes como va esto.

Leí un comentario tuyo diciendo que era mentira lo del cambio climático y mira por donde vine a leerte...

Cuando encuentre esa post te digo algo, porque en principio no estamos de acuerdo.

Con tu chiquitina tranquilo, le ahorrarás algunos errores pero ella inventará los suyos, recuerda que cada generación de ordenadores es mejor que la anterior.

Así que aunque parezca que cometemos los mismos, hay variaciones, ya sabes, es como la evolución... va despacito.