viernes, 9 de marzo de 2007

Un blog que merece la pena ¡¡¡Por fin!!!

Sucede que tengo que desdecirme parcialmente de lo publicado anteriormente. Y lo hago por que voy a cometer el mismo delito del que he acusado a alguien con anterioridad: voy a plagiar algo que ya está en la red. Os cuento la historia y vereis si merece la pena o no:
Ahora que tengo un poco de tiempo libre, dedico mis mañanas casi ociosas a las tareas del hogar. Preparo la comida para que cuando mi mujercita llegue tenga la mesa puesta, los cacharros fregados, la casa limpia y los recados y compras hechas... y el tiempo que me sobra, procuro destinarlo a escribir, aunque no siempre me sale algo productivo. Hoy, concretamente, tenía un bloqueo mental importante producido por la falta de comprensión que tienen los bancos con respecto al dinero de los que dependemos de un sueldo escaso. Así que para tratar de inspirarme un poco buscaba un poco de música que me emocione. Como soy un sibarita en esto de la música, y estaba pensando en mi hija, a la que le encanta la ópera como a mí, buscaba un aria en concreto de La Flauta Mágica de Mozart. Total, que buscando buscando, he dado con un blog de una "chica" (lo pongo entre comillas porque ella presume de ser mayor, aunque por lo que escribe tiene un alma mucho más joven que la mía) llamada Paula que me ha dejado con la boca abierta... es extraordinario por su simplicidad, por su profundidad, por lo bien que lo mantiene, por el contenido tan original y por que cada viernes postea un trocito de Bel Canto para animar al personal que pase por su página. Tan impresionado me ha dejado que voy a plagiarle un video precioso que tiene colgado en su página... y ya veremos si no le copio algo más, que me tiene loco registrando todas sus entradas y bebiendo cada comentario.
El video en concreto me ha llamado la atención por la sencillez y belleza con que se planteó la idea: Cuenta la historia de un tal Juan Mann "que hace un par de años decidió sembrar Sydney de abrazos. Primero solo, después ayudado por su amiga Christiane Christoudou, y más tarde por una legión de seguidores, repartía abrazos gratis cada jueves en Pitt Street.
Cuenta la historia que las autoridades, alarmadas ante la rápida propagación de tan extraña epidemia, prohibieron la campaña. Ay." Así de sencillo y así de bien descrito lo postea Paula en su blog "Quimeria".

Hoy esta historia nos ha llamado mucho la atención por el spot publicitario de Ono, que por lo que acabo de descubrir, se ha limitado a copiar la idea... muy buena idea, por cierto... a mí también me gustaría tener valor para hacerlo.


1 comentario:

Paula dijo...

Hace poco me enteré de que el movimiento avanza y se expande, como el Universo :) Por España también: www.abrazosgratis.org

Mola. Un abrazo