La mentira del calentamiento global
No puedo evitarlo, soy un descreído... Y un cínico, en el sentido filosófico de la palabra. Lo siento pero es así. Tuve la suerte de criarme junto a un filósofo de izquierdas radical, un obrero sindicalista, quizá demasiado fanático e inmovilista, que pensaba que los “americanos” (entiéndase los habitantes de los EEUU de América del Norte) eran el mismísimo demonio; un pueblo zafio, ignorante y prepotente. Lástima que tuviera tanta razón, como me han demostrado con el tiempo.
Más tarde, otras muchas personas influyeron positivamente en el crecimiento de mi personalidad tal y como es ahora. Probablemente quienes más influencia tuvieron son dos profesores de bachillerato, auténticos genios de la enseñanza. El primero, Ramón Vecino, un profesor de Filosofía con una inteligencia afilada como un bisturí que me enseñó a dudar de la información que nos llega masticada a través de los medios de comunicación de masas. Hizo que me acostumbrara a buscar por mis propios medios los datos de aquellas noticias que me interesaran y que contrastara cada información con su contrario, si quería hacerme una idea clara y global de la noticia. Y la segunda, mi amor platónico: mi profesora de Historia Maria Antonia Salvador, una mujer de bandera con las ideas más claras que un vaso de agua destilada, cuya aportación al mecanismo con que funciona mi cerebro nunca agradeceré bastante. Ella me enseñó que no hay razones místicas ni honorables en la historia de la Humanidad, que los grandes movimientos históricos vienen dictados siempre por intereses económicos que se nos escapan a la mayoría, generalmente por que nos lo ocultan, ya que si los conociéramos, estaríamos menos dispuestos a ser manipulados para, por ejemplo, entrar en guerra con nuestros vecinos.
Así que, desde siempre, me he acostumbrado a buscar por los medios que tengo a mi alcance los distintos puntos de vista de las corrientes de opinión que me rodean. Y en eso Internet fue desde el principio una ayuda inestimable.
Digo esto, a modo de introducción, porque en los dos últimos años no hago más que intentar desmentir a mi alrededor una serie de noticias apocalípticas que me tienen más que mosqueado. Ayer, un amigo mío al que tengo gran aprecio por su fina inteligencia, Manuel, de Vitoria, me hizo llegar un documental producido y protagonizado por el ex vicepresidente de los EEUU Al Gore titulado “Una verdad incómoda”. Al envío del documental le acompañaban unos comentarios alarmistas sobre el frío y la nieve primaveral que caía en ése momento sobre su ciudad, echándole la culpa de estas incomodidades al calentamiento global... Y no he podido resistir la tentación de intentar sacar de su error a mi amigo y, de paso, a todo aquel que lea esto.
Para empezar, como he explicado antes, el hecho de que un individuo como Al Gore se dedique ahora a venderme algo, ya me hace sospechar por principio. Estoy seguro que esto que me ofrece con su barniz de buen cristiano, liberal y concienciado ecologista, me va a costar mucho dinero. Nos va a costar mucho dinero a todos los que le escuchen; porque, no nos engañemos, a estos señores no les mueven intereses altruistas, sino económicos. Lo que aún no tengo muy claro es la manera en que piensan hacerlo. Pero tranquilos, ellos seguro que sí han pensado la forma. Claro que si piensas que el individuo en cuestión es uno de los fundadores de Generation Investment Management, empresa dedicada a la producción de energías alternativas, ya la cosa va tomando un poco más de sentido... ¿No?
De modo que mi primer acercamiento al docudrama del esposo de la más despiadada censora de la historia de Yankylandia ya está lleno de prejuicios antes incluso de darle al “play” y escuchar los primeros chistes sin naturalidad del responsable de la muerte de tantísimos habitantes de New Orleáns (¡Uy!, Se me había olvidado comentar que este señor se negó en redondo a reparar los diques que protegían a los habitantes de la ciudad devastada por el Katrina cuando era vicepresidente, a pesar de los informes científicos que predecían la catástrofe... Seré despistado... ¿O no?). Vale, voy a dejarme de ironías y centrarme en el tema; Y a pesar de mi evidente antipatía ideológica con el santo verderón éste, y del asco que me dan todos estos hipócritas que se ponen la etiqueta de ecologistas porque “lo verde vende”, voy a tratar de ser objetivo. Por que, en el fondo, la idea que nos vende en el documental no es mala. Lo malo son los objetivos que pretenden, los medios que utilizan para llegar a ellos y los datos erróneos en los que se basa.
La cinta en sí misma no vale un pimiento, ni por contenido ni por realización. Usa las técnicas de venta que llegan al espectador medio de los EEUU de forma tan descarada que cualquiera que la vea fuera de su país, en vez de darle un oscar, la hubiera puesto como telefilme de esos de mediodía “basados en hechos reales” que no ve ni Dios, porque te estás echando la siesta tranquilamente. Lo del accidente de su hijo y lo del cáncer de pulmón en medio de un discurso que pretende ser científico, es para ponerse a mear y no echar ni gota, en serio.
Pero vamos al contenido “científico” del documental, que también tiene miga:
Empieza por tratar de convencernos que lo que nos va a contar es la verdad absoluta... pffff... Y con todo el descaro del mundo, asegura que el 100% de los científicos del mundo están de acuerdo con los hechos que nos va a presentar. Claro, que lo que nos presenta no son hechos, sino dogmas de fe. Y, sinceramente, desconozco si el 100% de los científicos están de acuerdo con él, aunque lo dudo mucho. Lo que tengo claro es que yo no soy científico, pero recuerdo muy bien lo que estudié en Geología, lo que me enseñaron mis profesores, y no concuerda ni de lejos con lo que postula este señor. Es más, para no fiarme de mi memoria, he tenido a bien leerme las 94 páginas del tercer informe de evaluación sobre el cambio climático del IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), y resulta... ¡O, cielos! ¡Tampoco están de acuerdo con lo que dice el ecologista de salón! Debe ser que ellos tampoco son científicos, claro... Pues que se vayan preparando, que en cuanto se descuiden los ponen de patitas en la calle. Me viene a la memoria un tipo, no recuerdo si es sueco o noruego o finlandés o danés. Un tío valiente al que los ecologistas de Greenpeace han demonizado por usar las mismas cifras en que ellos basan sus afirmaciones apocalípticas y lanzárselas a la cara (Por supuesto, los científicos ecologistas de esta ONG le contestaron también científicamente, echándole a la cara no cifras nuevas, o distintas conclusiones con las mismas cifras, sino un pastel de merengue). Creo que se llamaba Lomborg o algo así. El caso es que ése señor ha sido vetado en todo el mundo y tachado de reaccionario, conservador, antiecologista, asesino, etc, etc... Por llevar la contraria al todopoderoso y ahora apoyado por casi todo el mundo Greenpeace. A ver, seamos serios señores: no pretendo atacar a una organización con tanto prestigio como esta, pero me temo que se han quedado atascados en los principios del movimiento ecologista. Llevan 35 años de retraso con respecto a las matemáticas del caos, a la comprensión de la dinámica no lineal, a los sistemas complejos y demás modelos que, desde hace tiempo, imperan en el estudio de la ecología y la geología. En el año 2007 no se puede seguir actuando responsablemente con conceptos propios de los años sesenta. Lo siento mucho, pero es así.
Sigamos: En el documental nos presentan un futuro muy próximo con la desgraciada pérdida de los casquetes polares. ¡Ay, pena, penita, pena... pena! La verdad es que la presentación de powerpoint tiene un curro grandioso y queda en el documental de puta madre... la lástima es que casi todo lo que dice es mentira. Y no lo digo yo, lo dicen esos del IPCC. Es verdad que en el Ártico la masa de hielo se está haciendo cada vez menor. Pero, por el contrario, la Antártida se congela a una velocidad mayor que el deshielo del polo contrario. A excepción, eso sí, de la península más septentrional del continente, precisamente la que nos enseña el señor Gore en su presentación. Quién no se lo crea, que vaya a la página 9 del citado informe. O sea, que de lo de los 7 metros de aumento del nivel del mar, nada de nada. Como mucho, y sin tener en cuenta las diferencias de velocidad entre el deshielo del Ártico y la congelación de la Antártida, estos “no científicos” predicen un aumento de 0,6 m en el nivel del mar. Cachis en la mar... con lo bien que le había quedado lo del colapso de la corriente del Golfo... que por cierto, tampoco tiene sentido, y menos con la explicación sobre la salinidad y el deshielo que nos lanza este tipo. Se ve que a él se lo han contado así y así lo explica él. Basarse en lo que ocurrió en el norte del continente americano en la última glaciación para hacer una predicción semejante tiene el mismo sentido que el razonamiento siguiente: Si mezclando coca-cola con vino hago calimocho, que está buenísimo, si mezclo un rioja con un jumilla, seguro que me sale un Vega Sicilia ¿no?. Pues eso...
Y claro, a partir de ahí, como parte de datos erróneos, las tonterías pseudo científicas van creciendo como una bola de nieve. Os juro que no he podido por menos que troncharme de risa cuando ha sugerido que la gripe aviar y la tuberculosis se han desarrollado gracias al calentamiento global. Hasta a mí me ha hecho dudar con lo del aumento de la frecuencia e intensidad de los huracanes, tornados, tifones y demás anomalías climáticas. Menos mal que el informe del IPCC dice en su página 6 que “a pesar de que hay alguna evidencia de que la intensidad puede haber subido desde 1970 en el Atlántico, los datos no permiten ver tendencias a largo plazo ni en la intensidad ni en la frecuencia de los huracanes.” Por cierto, en el Pacífico estas anomalías han disminuido tanto en frecuencia como en intensidad. Pero de eso no hay ninguna mención en la peli de ciencia-ficción que nos ocupa.
Bueno, ya me he cansado de poner verde al señor Gore y a su cuento cuasi ecologista. No tiene sentido seguir criticando algo que desde el principio no cuenta con más credibilidad que la que le puedan dar aquellos que no han visto de geología poco más que la deriva continental. También hay que tener en cuenta que en el país de este hombre no todo el mundo cree en la teoría de la evolución, así que bastante se han molestado con su realización.
Lo importante de todo este asunto es la forma en que se manipula la ciencia para que sirva a los intereses económicos de quien paga las investigaciones. El propio informe del IPCC rezuma un olorcillo a Greenpeace que se puede apreciar desde el otro lado de la habitación. Y claro, así no hay quién se aclare de lo que es el calentamiento global, el cambio climático o la Biblia en verso. Mientras no paguemos a los científicos por investigar de verdad, sin tener en el horizonte una conclusión favorable a quién suelta la gallina, nunca tendremos conclusiones fiables sobre cuestiones que nos interesan a todos. Recuerdo que en cierta ocasión leí un artículo en la revista Science del ex director de la Asociación Americana para el Desarrollo de las Ciencias en el que se quejaba de que los malos informes científicos pasan factura a la credibilidad, no sólo de quien los escribe, sino de la ciencia en general. No lo permitamos, y no nos dejemos engañar. No digo que el calentamiento del planeta no sea un problema, que lo es. Lo que propongo es que no se exagere ni se alarme a aquellos que no tienen acceso a la información adecuada para hacerse una idea clara, real, del problema.
Lo que yo sé es lo siguiente:
Ø Estamos en un proceso natural de calentamiento del planeta, propio de periodos entre dos glaciaciones. Estos periodos se caracterizan por presentar épocas alternativas de calentamiento y enfriamiento, probablemente debido a uno de los movimientos de la tierra llamado precesión que tiene un ciclo de 25.000 años.
Ø Hasta aproximadamente 1850, la tierra sufrió un enfriamiento progresivo que duró unos 400 años. Desde entonces, el calentamiento ha sido progresivo.
Ø El presunto calentamiento global no existe como tal. Existen calentamientos locales, que son compensados por enfriamientos en otros lugares del planeta y existe una tendencia general al calentamiento de origen totalmente natural.
Ø Paralelo a este calentamiento se puede apreciar un aumento del nivel de CO2 que, en sus inicios no tenía nada que ver con la actividad industrial humana, ya que era prácticamente inapreciable.
Ø La actividad humana probablemente influye en dicho calentamiento, así como en el aumento de emisiones de CO2, de azufre, y de otros compuestos, más ligados al uso de la tierra que a la actividad industrial.
Ø El aumento del CO2 ambiental favorece el crecimiento de las plantas, así como el aumento de la temperatura ambiental.
Ø La contaminación industrial es perjudicial para la atmósfera, para los seres vivos que la respiramos y para la conservación de los bienes naturales en general, por lo que es urgente su control, y mejor su supresión, pero ello implicaría un desastre mayor para la humanidad, desde el punto de vista económico.
Ø El índice de calentamiento de este siglo, no superará el grado centígrado aunque nos propongamos quemar el planeta entero, ya que éste posee sus propios sistemas de regulación naturales.
Ø Postular que el calentamiento de las masas oceánicas es el factor determinante del proceso de calentamiento global es una falacia, ya que el aumento de las temperaturas se debe más a la tierra firme que al agua.
Ø Instalarse en el fanatismo ecológico no tiene más objetivo que mantener los privilegios económicos de los países desarrollados, impidiendo a los países del Tercer Mundo la explotación de sus recursos con la peregrina excusa de que contaminan mucho. Es mejor el “desarrollo sostenible” que les impide crecer a la velocidad que necesitan.
Ø NO SE PUEDE pensar que el conservacionismo es ecológico. Por definición la ecología es cambiante. La Tierra es cambiante, el clima es cambiante. Todo en este planeta es dinámico y obedece a ciclos continuos que varían en temperatura, humedad, etc. Si pretendemos conservar algo, probablemente nos lo estemos cargando inconscientemente.
En resumen: meter miedo al público en general sobre catástrofes cuyo origen es perfectamente natural y lógico y que DEBEN producirse para que el ciclo natural siga su curso sólo puede tener un objetivo puramente económico. Vamos a meterles miedo, y luego les vendemos la solución, que de todas formas se producirá tarde o temprano.
Para terminar, por si no ha quedado suficientemente claro, quiero decir que no estoy en contra de que se tomen medidas para el ahorro de energía, para la implantación de energías limpias y cualquier otra medida que favorezca al medio ambiente, al contrario, creo que esas medidas deberían haber sido obligatorias hace muchísimo tiempo. Quiero que mi hija se críe en un planeta cuyo medio natural sea cada día más fuerte y variado, sin agresiones humanas que lo degraden más de lo natural y necesario. Lo que no estoy dispuesto es a dejar que grupos interesados, ya sean ecologistas o industriales manipulen a su antojo el medio en que todos tenemos que vivir o la información necesaria para su conocimiento.
6 comentarios:
Muy de acuerdo con lo del cachondeo mediático sobre la ciencia, versión calentamiento global incluida. Somos seres de vida corta, y tendemos a olvidar que el mundo es muy viejo. Creo haber leído que el Sáhara era un lugar fértil hace unos miles de años...
Pero, como dices, estas cosas son útiles para ayudar a que seamos más respetuosos con el planeta. Posiblemente menos que quemar a los pirómanos, pero algo es algo. Saludos :)
Sí, lo era, y volverá a serlo, de hecho, el Sáhara va perdiendo anchura por el sur, que está volviendo a ser colonizado por las plantas. La pega es que gracias a los pirómanos se desplaza hacia nosotros. Éste es uno de los usos del suelo al que hago referencia. Probablemente el aumento del CO2 ambiental se deba, en mayor medida a esos malos usos que a la actividad industrial.
No hay ningun problema con el petroleo, se gastara hasta la ultima gota.
Con el montaje del co2 o sin el.
La elite persigue mantener el control el maximo tiempo posible y al mayor precio relativo que los mantenga como dueños.
El problema del carbon es que no lo controlan las mismas fuerzas que ahora.
Aunque actualmente ya practicamente no es contaminante (salvo el co2 - que no es veneno) hay cantidades enormes y esta REPARTIDO por Europa, Rusia, China, Eu, ..casi nada en Sudamerica, Africa. Repartir es una mala palabra para el control.
Hola Mormo, gracias por pasarme el link de la post, la he leído y sigo sin coincidir contigo.
Si no recuerdo mal, el IPCC cuenta con el trabajo de 2.000 ciéntificos de unos 100 países más o menos. Me pregunto si el sueldo de estos científicos lo pagan los gobiernos o ¿Quien?
Lo digo porque los primeros en poner trabas siempre a cualquier acción son los gobiernos.
El cambio climático supone cambiar de forma drástica los procesos de la industria en todo el mundo.
Adaptarse a las normativas de medio ambiente le cuesta dinero al gobierno que sea en subvenciones, a las empresas en reinversiones y a los consumidores que por cada nuevo invento que sale nos obligan a pagar la "novatada" con sus controles de stock.
Hay que vaciar y sacar rendimiento hasta secar la burra antes de invertir en nada.
China e India despiertan y reclaman legitimamente su pedazo de progreso (venga más coches) ¿Cuantos coches más dentro de 10años?¿Cuántos móviles más?¿Cuántos aires acondicionados más?
Bueno yo creo que Al Gore aparte de naturalmente estar lidiando su vendetta política personal, ha abierto la puerta a un debate en la calle, puedes cuestionar las formas (más mediaticas, apocalipticas o lo que quieras)puedes no estar de acuerdo, pero de lo que no hay duda es de que ha hecho mucho ruido y eso es bueno.
Yo si creo que el planeta ha decidido "curarse" y por eso tenemos el clima loco, porque nadie puede hacer nada, ni nadie hará nunca nada. Y el planeta lo sabe.
Solo una reflexión, vivo en Barcelona ¿Por qué tengo que respirar un aire tan contaminado que me asfixia? Cada día tenemos más niños con asma aquí. Cada día nacen más niños con problemas de alergias alimenticias ¿Será que la industria alimentaria mete mucha mierda a los alimentos para producirlos o manufacturarlos?
¿Por que la contaminación lumínica de esta ciudad en la que vivo, sin freno energético, me roba las estrellas en la noche?
En realidad, debemos luchar por nuestra calidad de vida, pero claro antes tenemos que ponernos de acuerdo en saber que es calidad de vida.Y también pensar en frío ¿Donde vivirías si no es en esta vieja Tierra?
Un abrazo
Buenas mormo solo comentar que estoy muy deacuerdo con lo que dices de la trama contra el desarroyo de los paises mas desaventajados y esto del calentmaiento global es otra excusa para frenar su crecimiento.
Por otro lado decirte que esta exposicion me ha echo refleccionar mucho y quizas tengas razon en gran aprte pero de quien nos podemos fiar hoy en dia jeje.
Yo hare mi propia investigación sobre el tema y tratare de sacar la conclusión mas realista posible aun que volvemos a lo mismo... nos podemos fiar?
Lo mas seguro es hacer una carrera lo sufieientemente extensa como para fiarnos de nuestros propios impulsos y no de lo que nos dicen desconocidos...
Un saludo!
Publicar un comentario