martes, 22 de enero de 2008

MIERDAMOTO

Yo, como todo hijo de vecino, tengo mis fobias y mis filias. Nunca se sabe a ciencia cierta el porqué de estas preferencias o aversiones, por mucho que se haga trabajo de introspección. Aunque todos, en aras de la convivencia pacífica, tengamos que tragarnos algunos sapos y culebras para evitar enfrentamientos no deseados o que nos pueden traer más perjuicios que beneficios.

Pero en algunos casos, aunque no sepamos muy bien la razón de nuestras cóleras, éstas están más que justificadas. En mi caso concreto, tengo una tirria a las motos que es que me solivianto en cuanto veo algún tonto de esos que van montados en un mosquito. Entendedme bien: no tengo manía al los moteros, ni mucho menos; más bien todo lo contrario, me parece algo tan romántico y tan meditado por parte de las personas que practican ése deporte, con sus riesgos y sus bellezas, que he de confesar que en más de una ocasión me he planteado comprar una moto y salir por ahí a hacer kilómetros.

Mi grima se reduce sólo a los ciclomotores. Sobre todo a esos proyectos de moto que llevan algunos muchachos jóvenes, sin silenciador, y sin responsabilidad ninguna por su parte, y que me ponen los nervios de punta. Eso de ver por la calle a algún tonto montado en un ruido, me saca de mis casillas tanto, tanto, que en más de una ocasión, cuando pasaban por mi lado, he sentido la tentación de levantar una pierna y meterles el talón en toda la boca, para que dejen de molestar de una puta vez.

Y no quiero ni hablar de buscar aparcamiento en mi barrio... Porque los señoritos son tan chulos que para aparcar una mierda de medio metro de ancho necesitan el mismo sitio que un tráiler... Es tanta la manía que les tengo, que cuando decidí comprar una parcela y hacerme una casa, me aseguré de encontrar un pueblo cercano a mi ciudad donde no hubiera jovencitos con moto. De hecho, la primera nacida y empadronada en dicho pueblo en los últimos 50 años es mi hija, así que...

Pero es más... Cuando el señor juez decida lo que quiera con el problema de mi casa, y esté terminada, voy a comprarme una escopeta bien grande, para si, de repente, deciden hacer reuniones los de los pueblos vecinos cerca de mi parcela, cargarla con balas de sal, y pegarles un susto de muerte... Ya verás qué rápido se buscan otro lugar de reunión.

Porque, por supuesto, no voy a pegarle un tiro a un chico, claro. En el fondo los culpables no son ellos, sino sus padres que les consienten la irresponsabilidad de ir por ahí destrozando los nervios del resto de la ciudadanía, poniendo en peligro a todo bicho viviente, incluidos ellos mismos, y aparcando donde les sale de los huevecillos pelones que están en proceso de maduración.

Una de las cosas que más me gustó de Barcelona cuando viajaba a ella, era ver las motos aparcaditas en la acera. Allí (que me corrijan los que van más a menudo, si me equivoco) hay una normativa municipal que OBLIGA a aparcar las motos en las partes más anchas de las aceras, procurando que no molesten ni a peatones ni a la circulación del resto de vehículos. De esa forma, el espacio disponible para aparcar turismos (y camiones, que cuando viajaba allí era en camión) no se veía mermado por ningún chulo que, esperando a la novia, hacía gala de vespino nueva y jodía el aparcamiento a un par de turismos. Sí, digo un par, no uno sólo.

Y es que cuando estos elementos deciden atracar sus blancas carrozas junto a la acera, se aseguran de colocarla de tal manera que, aparte de ocupar cuatro metros de espacio (y os aseguro que hay veces que no entiendo cómo lo hacen, deben de estirar la carrocería de los mosquitos justo antes de aparcarla, pero de verdad que ocupan la hostia de espacio para lo diminutas que son), dificultan de tal manera aparcar a su lado, que es preferible continuar buscando sitio que intentar ponerlas a continuación. Por que son tan pequeñas, pesan tan poco, que con el roce del aire del tubo de escape se pueden ir al suelo.

Y claro, ahí tienes montada la marimorena en menos que canta un gallo. No sólo aparece el dueño de la mierdamoto, sino también su novia, su suegra, la vecina del tercero, probablemente el sufrido padre que se ha gastado sus buenos sueldos para que su criatura tenga con qué presumir y echarse novia (sospecho que para que se vayan antes de casa), y el bienintencionado enteradillo de turno que "lo ha visto todo perfectamente" desde el sofá de su casa viendo el fútbol... Y, de repente, te has convertido en un criminal que ha destrozado el futuro de un "pobrechico", y que no tiene más razón de ser que putear a la sufrida víctima de la agresión. Porque en ningún momento ha sido un accidente... tiene que haber sido a posta...

Encima que te putean por ocupar mucho más espacio del que les corresponde. Encima que te obligan a realizar maniobras imposibles para colocar un turismo donde siempre aparcas sin mirar. Y encima que tienes aún la santa paciencia de ayudar a levantar la mierdamoto y disculparte ante una colección de granos que no sabe si mata o espanta. Encima. Tienes que aguantar el chaparrón que te viene encima de todo el vecindario y aguantar el estigma de convertirte en un criminal que no sabe aparcar.

Todo ello, claro, si no te da el ataque de furia y coges la mierdamoto y la lanzas por encima de los contenedores de basura, a cuatro metros encima de la acera. En esos casos no aparece ni la Guardia Civil. Aparcas a gusto y encima dejas espacio para que aparque otro coche. Y del dueño, ni señal, oiga... desaparecen como por arte de magia...


9 comentarios:

Belén dijo...

me has asustado con lo de la escopeta, menos mal que es con sal...

Besicos

Anónimo dijo...

Jajajajaja! Cuánta razón tienes... Me ha encantado lo de la patada voladora. Te juro que aún me estoy riendo, imaginándote en ello. Lo mismo desarrollas un sistema anti-mosquitos... jajajajaja.

Mormo dijo...

Tranquila BELEN, no es más que una fantasía de una mente desquiciada. Para desahogarse, más que nada. Es de esas cosas que te quedas con las ganas toda la vida...

El sistema DESNUDITA ya se inventó hace media docena de siglos en Okinawa. Se llama Karate-do. Pero vamos, que no me importa llevarme la gloria de inventar el método... jejeje...

Anónimo dijo...

jejejejeejejeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

Luni dijo...

oyoyoyoyoyoyoyyyyyyyyy oy (espera que me arremango las mangas)

Con todos mis respetos DISCREPO:

Soy motera desde hace muchos años, he pasado todos los grados, desde "mierda motos", pasando por "motos-carretera" y actualmente tengo dos, una BMW y una VESPA 125 que uso a diario para ir a trabajar. Creo que en algunos aspectos tienes razón ya que los minimoterillos deberían de tener algo más de educación y respeto a la hora de conducir, pero querido amigo, esos miniconductorcillos no tienen la culpa, porque igual causan un accidente con una minimierda de moto que con un minimierda de coche tuneado y no se yo cual de los dos casos es más caotico.

Creo que todo esto se basa en el respeto. A mi me gustan las motos, me gusta la velocidad pero siempre y ante todo hay que respetar TODO, señales de tráfico, aparcamientos etc etc... pero querido amigo también te digo algo:
Los conductores deberían educarse, entender y comprender que no solo los coches son los únicos vehículos de la vía pública es decir, mirar más los retrovisores y usar los intermitentes ya que gracias a ellos los motoristas tienen algunas desgracias y no todos somos niñatos de minimotos.

Con todos mis respetos, de nuevo, ante usted, una reverencia y cuando quieras volver a desahotarte, nos vemos en el ring!!! jajajajaja

Mil besos.
Muuuuuuuuuám

Bito dijo...

Lo de la escopeta no está mal, Mormo, pero la solución que teníamos pensada hace años mi compañero de piso y yo (por debajo de nuestra ventana pasaban tropecientas mierdamotos de esas al día) era poner un hilito de pescar de un extremo a otro de la calla a la altura de su cuello.

Sí, sangriento, pero efectivo y en aquellos momentos era lo único que nos importaba.

Mormo dijo...

LUNI: Empecemos por el final: lo del ring te lo desaconsejo fervientemente por dos razones: una el tamaño y peso, y otra la experiencia. Si no hubiera pertenecido a la selección de Castilla y León de Full-contatc, y si no hubiera boxeado en la mili, todavía... Aunque nunca se sabe, igual me da la risa, como cuando me pega mi mujer, y me metes una paliza de escándalo... Y en lo demás; observe usted lo que he dicho de los moteros. Efectivamente, también hay conductores que merecen un mamporro en vez de un carnet para conducir, pero no me negarás que los muchachos estos, con los ruidos y con la actitud valeverguista que despliegan no son molestosos...

Joer BITO... y yo me quejo de que soy bestia... Lo del hilo de pescar será para tiburones ¿no? (malo, estoy empezando a madurar la idea...)

pepillo grillo dijo...

Los motoristas y las chicharrilas no se pueden poner en el mismo saco como bien dices. Los primeros son caballer@s y los segundos, adolescentes pajilleros que no saben que hacer con sus vidas, bueno si, pasarse el día y cambiar una bujía, patéticos.

Saludos desde La Maquineta

Rachel dijo...

Totalmente de acuerdo contigo en todo lo que expones, pero también entiendo perfectamente las palabras de Luni...

Desgraciadamente muchas veces se mete en el mismo saco a los moteros de verdad y a los mosquitos con ruedas... y me van a perdonar, pero esas maquinas de hacer ruido ni son motos ni se puede disfrutar encima de ellas (salvo que la sordera del que va encima sea absoluta)...

Aunque también comparto la queja de que se corta a todos por el mismo rasero y se respeta bien poquito a los moteros en las calles y carreteras... Pero bueno, eso casi mejor lo dejamos para otro día. que si nos liamos terminamos haciendo un libro

P.D. Yo no conduzco motos, pero siempre que puedo me encanta ir de paquete, eso si, con cabeza y sabiendo quien lleva los mandos, eh?? Que el ser hija de harlista te hace entender las motos de una forma muy particular :D