viernes, 27 de abril de 2007

¿Pero es que no hay gente normal en la blogosfera?

Disquisiciones y pajas mentales: Ayer estuve hasta las tantas explorando blogs. Mi intención era encontrar gente normal, con inquietudes normales, con la que poder comunicarme. Comencé la búsqueda por lo más cercano a mí, es decir, en mi ciudad, Valladolid. Me sorprendió gratamente encontrar cerca de 27000 entradas que hacían referencia a mi ciudad, pero no estaba preparado para lo que encontré. Aparte del mogollón de referencias que había sobre el reciente ascenso a la primera división de la liga española de fútbol del Real Valladolid (lo cual no me congratula en exceso, ya que servirá como excusa para volver a regalar subvenciones a un equipo deportivo cuyo pasado y futuro es una puta mierda, en vez de invertirlas en otros deportes minoritarios que sí dan campeones mundiales), sólo pude encontrar un par de páginas interesantes, a mi modo de ver. El resto del mogollón lo componían:
-Blogs hipercoloridos de niñas repipis que se han apuntado a la moda de los blogs para invadir la pantalla de los visitantes con corazoncillos y globos de colores. Rellenan los espacios con infinidad de fotos recuerdo de la última juerga con sus amiguitos en el bar de moda, haciendo el subnormal o bebiendo hasta olvidar el más mínimo decoro.
- Variaciones de lo anterior con "plabros sak2 dl lenguag d moda n ls tfnos movils" para darle a sus comentarios oligofrénicos un aire de cañero alternativo que después se empeñan en ahogar con muchos "¡¡¡¡¡Ohhhhhhh!!!!!!" y "¡¡¡¡Aaaaaaaahhhhhhh!!!!" que no vienen a cuento, no entienden más que ellas y dificultan sobremanera la lectura y comprensión del caos en que escriben.
- Ogros, brujas, vampiros, trasgos, demonios y demás personajillos fantásticos que hacen olvidar a sus propietarios la monotonía y escasez de imaginación de la mente que los genera.
- Princesas: que me enterado, no sin mucha dificultad que son chicas engañadas por la publicidad y el modelo de belleza inventado por los clásicos griegos y difundido últimamente por mis "adorados" yanquis, consistente en presentar la salud con estereotipos masculinos como Arnold Schwarzenegger y femeninos como Nicole Kidman; o sea, enfermas de anorexia y/o bulimia (trastornos alimentarios, los llaman. Más bien serían trastornos psicológicos y de falta de cultura, pero bueno... ya bastantes problemas tienen las pobres).
- Locos por la música. Pero la última ¿eh?. El común denominador de estos blogs es la presentación caótica de los últimos estrenos de la industria discográfica (casi toda en inglés) del último grupo aparecido bajo los fajos de billetes de dólar de algún productor espabilado. Y si son un huevo de grupos que no los conocen ni en su casa, mejor que mejor, para demostrar que yo sí estoy "a la última".
-Supercultos: (al menos a estos sí se les entiende un poco) No es que sean muy entretenidos, pero me jode pensar que yo me esfuerzo en hacer que lo que escribo pueda entenderlo cualquiera que conozca el alfabeto, usando el lenguaje que todos usamos en casa o en la calle, y estos exhibicionistas se empeñan en mostrarnos lo vastísima que es su cultura (he estado a punto de escribir bastísima, para joderlos, pero no creo que se hubiera entendido el chiste) y lo mucho que entienden de música, de política, de tecnología, de literatura, de poesía o de cualquier otro tema... ¡Puaj!... Entiendo que todos escribimos en nuestro blog por un afán de exhibicionismo, pero es que hay alguno que roza la pornografía cultural.
- Memos: así... sin adornos... y sin comentarios... bueno, sí, voy a hacer uno: No he entendido ni jota de algún blog. Son tantas las faltas de ortografía (joder con la Era del procesador de textos) y tan desordenadas las ideas que he sido incapaz de leerlos: Son como la Rayuela de Julio Cortázar, pero en cutre... sin pulir. Nada más.
- Tecnoblogs: al menos estos son útiles, aunque no parezcan escritos por personas, sino por mentes supertecnológicas. Pero en general están muy bien. Hoy se salvarán de la quema.
- Superstars: Estos son los blogs de referencia de este mundillo. Gente que lleva una porrada de tiempo escribiendo en sus blogs, con comentarios curiosos, interesantes, bien construidos. Con miles de visitas mensuales y a los que a todos los bisoños que empezamos nos gustaría parecernos. Por desgracia, no puedes contactar con ellos, o si lo haces, no esperes respuesta. Están demasiado ocupados. Lástima, porque parecen gente interesante...
- Y por último cuatro... pero sólo cuatro contados, blogs interesantes:

1º.-http://yamato1.blogspot.com/index.html. Blog de un descreído como yo. Un buen escéptico y excelente escritor. Buen investigador y además de mi quinta.
2º.- http://gnudista.blogalia.com/. Un blog cortito, pero como dice su autor:" Lo breve si breve, dos veces breve, al grano". A este hombre lo tengo que contactar para ver si puede ayudarme a migrar y abandonar por fin el puto Güindofs éste, que me deja colgado en el peor momento.
3º.- http://maryware.blogspot.com/index.html. Un tecnoblog que merece la pena, no se entretiene en nada: enlaces y descargas. Punto y final.
4º.- http://unahijadeputaconclase.blogspot.com/. Buena escritora, con las ideas clarísimas y una cuidada presentación. Merece la pena entretenerse leyendo. Muy bueno.

Por supuesto, esta es sólo una opinión de un novato en estos lares. A decir verdad soy un poco sádico, no sólo en el plano sexual, así que no me tengáis en cuenta, máxime cuando ya he confesado que he dormido poco.

Y por supuesto, sigue habiendo mucha gente a la que merece la pena leer. Si alguno de aquellos a los que he dejado un comentario pasa por aquí, sabed que es a éste grupo al que pertenecéis, en mi opinión.

jueves, 26 de abril de 2007

La buena música

Siempre he dicho, cuando me han preguntado qué clase de música me gustaba, que escucho de todo tipo, siempre que esté cantada por buenas voces o aquella que tenga "buena letra"; es decir, letras que digan algo o me lleguen por alguna razón... A estas dos categorías habría que añadirle una tercera, si lo pienso bien: la música interpretada con virtuosismo. Aunque mis conocimientos musicales son de lo más burdo, y mi cultura musical no me permite distinguir a Mozart de Beethoven, ni saber como se escribe siquiera, tengo un oído muy fino, que como al que no bebe vino, le permite distinguir si lo que consume es bueno o no.
Además gozo de una memoria musical extraordinaria, de modo que atesoro en ella canciones que me han gustado, música y letra completas, intactas, para acudir a ellas cuando lo deseo. Están en ella casi toda la historia de la música española desde el año 1970 en que descubrí esa cualidad.
Hoy me he acordado de una canción que interpretaban con maestría Joaquín Sabina y Alberto Pérez, aunque sus autores son Francisco Amargo y Manuel Villacañas... Y me he puesto a pensar lo caprichoso que es el destino (en palabras de Sabina "es un maricón"). De los tres genios de la música que grabaron el disco "La mandrágora" sólo éste último ha conocido el ÉXITO, así, con mayúsculas.
Para los que no sepan de qué hablo, La mandrágora se grabó en un cafetín del mismo nombre donde estos tres monstruos de la creación musical actuaban por la muy respetable cantidad de mil pesetas por barba y copas gratis... sin comentarios. Si queréis saber todo de Sabina, aunque casi todo está dicho, os sugiero que visitéis http://www.joaquinsabina.net
Junto a él, y nunca mejor expresado lo de juntos, tocaban y cantaban Javier Krahe y Alberto Pérez.
Si yo presumo de tener buena memoria musical, deberíais conocer a Alberto Pérez... eso sí es un archivo de canciones con patas. Y de Javier Krahe no tengo nada que decir. Probablemente el día que fallezca para nuestra desgracia, no habrá ningún instrumento musical en el mundo que suene como debería hacerlo... por que estarán tristes y de luto. Ojalá sea dentro de mucho, mucho tiempo.
Quiero tener un recuerdo para los tres, así que me he puesto a buscar por los interneses y he encontrado estas perlas... disfrutadlas:

Mi ovejita lucera esta es la canción de la que me he acordado hoy, y por suerte, he podido encontrar la versión original, en la que se aprecia toda la maestría de Alberto Pérez con la improvisación.
Una actuación reciente en El cafetal de Medina del campo de Alberto Pérez:



Otra de Javier Krahe con una de sus canciones más divertidas:



Un fragmento de "...Y todo es vanidad", un homenaje a Krahe.



Y por último, voy a postear este vídeo de Sabina por tres razones:
-Por ser una de esas canciones, y una de esas actuaciones que te ponen la piel de gallina, tanto por su letra como por la voz de Olga Román en la introducción.

-Porque en la letra:

De sobras sabes que eres la primera,
que no miento si juro que daría
por ti la vida entera,
por ti la vida entera;
y, sin embargo, un rato, cada día,
ya ves, te engañaría
con cualquiera,
te cambiaría por cualquiera.

Ni tan arrepentido ni encantado
de haberme conocido, lo confieso.
Tú que tanto has besado
tú que me has enseñado,
sabes mejor que yo que hasta los huesos
sólo calan los besos
que no has dado,
los labios del pecado.

Porque una casa sin ti es una emboscada,
el pasillo de un tren de madrugada,
un laberinto
sin luz ni vino tinto,
un velo de alquitrán en la mirada.

Y me envenenan los besos que voy dando
y, sin embargo, cuando
duermo sin ti contigo sueño,
y con todas si duermes a mi lado,
y si te vas me voy por los tejados
como un gato sin dueño
perdido en el pañuelo de amargura
que empaña sin mancharla tu hermosura.

No debería contarlo y, sin embargo,
cuando pido la llave de un hotel
y a media noche encargo
un buen champán francés
y cena con velitas para dos,
siempre es con otra, amor,
nunca contigo,
bien sabes lo que digo.

Porque una casa sin ti es una oficina,
un teléfono ardiendo en la cabina,
una palmera
en el museo de cera,
un éxodo de oscuras golondrinas.

Y cuando vuelves hay fiesta
en la cocina
y bailes sin orquesta
y ramos de rosas con espinas,
pero dos no es igual que uno más uno
y el lunes al café del desayuno
vuelve la guerra fría
y al cielo de tu boca el purgatorio
y al dormitorio
el pan de cada día.

Hay un verso que hace referencia a una cosa que inventé hace más de 20 años para explicarle a una amiga mía lo que yo entendía por una relación perfecta: la teoría matemática del amor, que se resume en las siguientes proposiciones: 1+1' no es igual a 1; 1+1' no es igual a 1' y 1+1=2
-Y por último, porque es una letra que me gustaría dedicar a mi esposa; expresa muy bien lo que siento por ella, lo que quisiera decirla y no encuentro palabras para hacerlo.







sábado, 21 de abril de 2007

El teléfono móvil

Buen invento el teléfono móvil. Sobre todo si sabes usarlo bien... No voy a contar aquí mis penas ni cuitas con los operadores, que son la parte negativa del uso de esta tecnología, pero sí quiero hacer constar que los cabrones de Yoigo se han desentendido de mi problema. No estoy de queja por el servicio de red (QUE LO PROPORCIONA VODAFONE), ni por la facturación, que es realmente económica, pero que me tengan esperando 4 meses para solucionar un problema, y que al final me tenga yo que buscar la habichuelas, no me parece de recibo; que junto con los minutos que hablo, también pago un servicio que no he recibido...
Pero bueno, lo que quería resaltar es que, bien usado, el teléfono nos puede dar un montón de alegrias... sobre todo ahora que vienen con cámara de fotos... jejeje...


No puedo evitar que me gusten las mujeres... no quiero evitar mirarlas... y me admiran y me excitan aquellas que son tan valientes de salir a la calle sin ropa interior, para alegría de mis ojos en particular y del público en general.

domingo, 15 de abril de 2007

Cambio de rumbo

Me rindo: Si he de ser sincero, no esperaba esto. Toda persona dedicada, aunque sea a ratos perdidos, a una actividad creativa espera ser reconocido. Es una íntima satisfacción que tiene mucho que ver con el narcisismo. Los escritores cuentan las cosas para ser leídos, los pintores para que sus cuadros sean admirados, y cualquier otro artista, por la misma razón para que sus obras sean conocidas por otras personas, y si la ocasión lo propicia, para escuchar las opiniones de los observadores.
No pretendo autoetiquetarme como artista, pero a mí también me gusta crear y que mis creaciones sean conocidas por los demás. Y eso no está ocurriendo...
Mi intención al crear este blog no era exhibir mis sentimientos, lo que opino de las cosas que me rodean o mis conocimientos sobre ningún tema en particular. Pero como toda persona que escribe en un blog, siempre interviene en su creación la posibilidad de ser leído por el resto de la comunidad de internautas, suscitar alguna polémica, o escuchar las opiniones de los demás sobre lo que has escrito. Pero tengo que reconocer que las visitas a éste, mi espacio, no han superado la media docena... ¡¡¡Al mes!!!
Si da la sensación de que me estoy rindiendo... en parte es cierto. Por supuesto no esperaba tener un éxito rotundo y clamoroso en unas pocas semanas con tanta oferta de blogs en la red, pero al menos, esperaba que mis amigos y conocidos visitaran de vez en cuando mi sitio y dejaran algún comentario.
Esta idea ha sido un completo fracaso. Nadie lee lo que escribo. Mis amigos y amigas sólo visitan mi página cuando poco menos que les obligo a su lectura con una pistola de la mano. Ni siquiera a mi mujer le interesa perder el tiempo leyendo mis chorradas. Y en cuanto a los comentarios... las pocas personas que han leído lo que escribo no dejan ni una triste opinión, ni un saludo, ni una miguita para no perderse en el bosque, o para que yo no me sienta tan perdido en este bosque digital.
Así que he decidido dar un nuevo rumbo a este espacio. Visto lo visto, y teniendo en cuenta que la mayoría de los blogs más visitados enlazan contenidos eróticos, quizá la mejor opción para provocar las visitas y las reacciones de los visitantes sea precisamente seguir la corriente predominante y postear yo también lo que más se vende en internet... o como dice esta pieza que recibí ya hace algún tiempo: Internet es para el porno:




Esta pequeña pieza interpretada por los personajes de un conocido vídeo juego, resume genialmente la realidad actual del uso de internet.

miércoles, 4 de abril de 2007

condenada educación

No estoy a favor del uso de la violencia. Al contrario que mucha gente, no puedo decir que reniegue de ella "por principio", sino que he llegado a esa postura desde el convencimiento práctico. En mi vida he tenido ocasión de entrar en contacto con personas y situaciones en que la violencia formaba parte de un todo, de una forma de vivir o de defenderse de las circunstancias que nos rodean. Yo he sido una de esas personas; y hasta que maduré lo suficiente para darme cuenta que vencer no es convencer, hice uso de la violencia tal y como lo aprendí en la calle. No estoy orgulloso de ello, pero sí de haber sabido superarlo y de comprender la forma en que se genera dentro de uno mismo o en las personas que nos rodean, y encontrar la mejor manera de ahogar al monstruo antes de que sea demasiado fuerte para poseernos. En mi juventud usé y abusé de la violencia tanto como me era posible, ya que para mí, suponía una forma de vida natural y espontánea, un modo lícito de imponer mi voluntad o de hacer escuchar mi opinión. Tuve muchos problemas, incluso legales, y hoy puedo presumir de haber vencido esa tendencia, de hacer de la calma y el dialogo unas formas mucho más efectivas y duraderas de resolución de conflictos.

De aquella época conservo, aparte de los conocimientos intrínsecos de vulnerar, una cierta agresividad en la forma de comunicarme que pueden sorprender o espantar a los extraños, a quienes no me conocen bien; pero que aquellas personas que viven a mi alrededor han aprendido a conocer y soportar sin sentirse amenazados. Recuerdo que, al principio de nuestra relación, a la que hoy es mi mujer, sus amigos la avisaban sobre la posibilidad de estar intimando con un maltratador en potencia. Nada más lejos de la realidad. Si estoy en contra de la violencia gratuita, en el caso de la violencia contra mujeres o niños, soy partidario de su castigo público y contundente. No hay nada más vejatorio que abusar de quienes, por naturaleza, no están capacitados para defenderse. Siempre he dicho y vuelvo a suscribir ahora que quien maltrata a una mujer o a un niño debería tener la suficiente hombría para cortarse el brazo con que dio el golpe. Sé que suena bestia y de una honorabilidad trasnochada, pero es así como pienso.

Y ahora voy a contradecirme un poco: leo con espanto una noticia en el Norte de Castilla que me ha hecho pensar hasta qué extremos hemos llegado en nuestro celo por proteger a los menores. No sé si estoy tan de acuerdo con la injerencia de la ley dentro de nuestras casas, de nuestra vida familiar, de la educación de nuestros hijos. Condenar a un padre a 3 meses y 21 días de prisión por dar un zapatillazo a su hija adolescente, me parece, no excesivo, sino esperpéntico.

Mi generación ha crecido con la amenaza de la zapatilla de nuestras madres, o como en mi caso, del palo de la escoba. En mi caso concreto, mi madre ha roto tantos palos de escoba en mi cabeza que, tras tantos años de práctica conmigo y con mis hermanos, podría dar lecciones de esgrima a los más expertos tiradores del mundo. Lo digo en serio: he visto algunos senseis de Kendo que no tendrían nada que hacer en un tatami contra mi progenitora armada con un cepillo de barrer.
Comentarios aparte, esta forma de impartir disciplina no me parece que haya sido perjudicial para nuestro desarrollo. De hecho, nos ha impelido a buscar otras formas menos agresivas de educación. A casi ninguno le gustaba ser castigado con un par de buenos zapatillazos, así que ahora tratamos de educar a nuestros hijos en el dialogo, en la tolerancia, y en la autodisciplina, procurando no castigar físicamente e imponiendo las normas de convivencia dentro de nuestras casas por medio del raciocinio y de la comunicación.

El problema es que en esta ecuación, hay dos partes. Y si una de las partes no se aviene a la convención establecida, no estamos educando, sino consintiendo en exceso a nuestros vástagos. Estoy harto de ver a compañeros de mi generación con multitud de problemas a la hora de educar a sus hijos, no sólo adolescentes, sino infantiles, que se enfrentan a los padres con un descaro inconcebible en nuestra época.

Puede que no toda la culpa sea de nuestros hijos. Por como está estructurada nuestra sociedad hoy, los dos cónyuges tienen que trabajar para poder pagar las hipotecas excesivas, los gastos que genera la vida en común, y los niños no pasan tiempo suficiente con sus padres. Encuentro lógico que el poco tiempo que pasamos con ellos no queramos dedicarlo a enfrentamientos, no queramos que se sientan agredidos por nuestra forma de ver las cosas, no queramos estar enfadados o que ellos se enfaden con nosotros, así que la disciplina tiende a relajarse, nos sentimos tentados a consentirlos más, para no tener que castigarles durante el poco tiempo libre que podemos concederles. Y cuando las situaciones se desmadran, a nuestro entender, nos encontramos con que es demasiado tarde para "enderezarlos"...

Siempre he dicho que nadie conoce mejor a un hijo que sus propios padres, si la comunicación es la adecuada. Y que para educar a mi hija, no necesitaré de la violencia ni del castigo físico, puesto que sé lo que la gusta y tengo potestad para privarla de ello si necesito disciplinarla, pero ¿Y si eso no es suficiente? ¿Y si se rebela contra lo que ella, seguramente, verá injusto, mientras yo lo considero necesario? Me temo que algunos de los excesos que cometen hoy los niños con los adultos (maltrato a los profesores, a los ancianos, falta de respeto en general, etc) tienen su origen en el momento en que sus padres ceden ante esta forma sutil de chantaje. Si me echo atrás en un momento poco propicio, mi hija sabrá que puede hacer lo que la venga en gana. El resultado de esa forma de educación puede ser otro monstruito incapaz de adaptarse en sociedad, otro despojo humano que cree poder salirse siempre con la suya; lo cual, como es evidente, nunca es así. Pero descubrirlo puede hacer de ella una inadaptada, una persona infeliz o una sociópata. Y no estoy dispuesto a consentir eso.

Quizá la linea entre disciplina y maltrato sea muy fina. Puede que sólo se pueda distinguir una de otro por la actitud con que se imparte. Entiendo que la frustración no es justificante para dar un zapatillazo a nadie, al igual que la violencia no es la forma adecuada de imponer tus ideas. Pero aún así, reclamo mi derecho como padre a dar un azote a mi hija cuando considere adecuado hacerlo. Reclamo mi derecho a imponerme por la fuerza cuando mis razones no produzcan el efecto deseado, en arras de la educación que deseo para ella. Quiero hacer de mi casa una democracia en la que el poder judicial sea efectivo, sin que el poder judicial de la sociedad pueda injerir en su aplicación. Este atropello judicial en la intimidad de mi domicilio no puede ser bueno ni para la educación de mi hija, ni para mí, ni para el resto de los padres responsables. No podemos dejar que el exceso de celo interfiera hasta el punto de que los hijos olviden el respeto y la obediencia a sus mayores, o la siguiente generación nos hará añorar los tiempos de mi abuelo, en que se trataba de usted al cabeza de familia.

Y hablando de mi abuelo: recuerdo una ocasión en que sacó a cintazos a un tío mío de casa, teniendo éste la edad que yo tengo ahora (41 años) sólo por que se le ocurrió mandar a la mierda a su madre. A mi abuelo todo el mundo le trataba de usted y nunca fue acusado de maltratador, no porque no se estilase en aquella época, sino porque era justo en sus juicios, aunque el castigo se realizaba con una vara de avellano en las manos. Desde su muerte he tenido ocasión de asistir a muchos entierros, tanto familiares como de otros conocidos; y en ninguno he visto llorar tanto y tan sinceramente a tantísima gente.

Yo, por si acaso, siguiendo el buen ejemplo de mi abuelo, me he agenciado una buena vara de avellano.