miércoles, 14 de noviembre de 2007

Los Superespecialistas

Mi abuela materna, que era completamente analfabeta (eso sí, no había manera de engañarla en un céntimo de las antiguas pesetas), solía hacer gala de un ingente conocimiento de los refranes populares. Yo he tenido el honor de continuar con aquella tradición. La de los refranes, claro, no la del analfabetismo... Y uno de los que más solía repetir era aquel de: "Oficial de todo, maestro de nada". Nos animaba así a especializarnos en algo, en vez de ir por la vida dando tumbos sin conocimientos profundos de algún oficio.

Yo le salí rana. Me temo que mi ideal es el del hombre renacentista, que cultiva saberes varios, profundizando sólo en aquellos que le interesan especialmente. Y así me ha ido la vida... Soy autodidacta en muchas de las actividades que realizo a diario. Y he tenido la agradabilísima oportunidad de trabajar en multitud de oficios merced a la política de empleo del anterior gobierno socialista, que primaba la contratación temporal por encima de cualquier otra consideración. En fin, que me he tenido que buscar la vida como buenamente podía, a la vez que iba aprendiendo a hacer lo que, en aquel momento, más se demandara. Cuando te tienes que buscar las habichuelas por tu cuenta, lo importante es trabajar; da igual de lo que sea.

Como consecuencia, ya digo, he desempeñado puestos de trabajo y oficios de muy diferente calaña, sin especializarme en ninguno de ellos, pero procurando siempre comprometerme y cumplir lo mejor posible su desempeño. Y, por lo general, las personas para las que he trabajado, alababan mi forma de hacerlo, así que muy mal no se me daban.

No obstante, tengo que reconocer que, en la sociedad en que vivimos, la especialización es una necesidad. Si realmente quisiéramos formar hoy en día a un hombre renacentista, probablemente su preparación llevaría muchos más años que los que podría aportar ése hipotético genio al desarrollo de su actividad productiva por el bien de la sociedad. Así que la solución es formar a los estudiantes con una ligera idea (muy, muy ligera) de cultura general; lo suficiente para que puedan absorber los conocimientos específicos de su rama de estudios, y dejar que, si está interesado, complete su formación humanística por su cuenta y riesgo.

Hasta el momento, los resultados no son los más... no voy a decir halagüeños, ni deseables... es que ni siquiera se puede hablar de resultados mediocres. Más bien habría que calificarlos como muy deficientes.

Para nuestra desgracia común, los licenciados, diplomados, ingenieros, maestros, graduados, bachilleres, especialistas, peones y aprendices que acaban su formación docente hoy en día tienen dos características que los definen y limitan como personas: El absoluto desconocimiento de cualquier otra área que no sea su especialización y una carencia casi total de cultura general, y por tanto, de educación.

No me paso de la raya, no... por desgracia tengo ejemplo muy cercanos para demostrarlo: mi mujer es diplomada en empresariales y un monstruo en el manejo de programas de ordenador (lo digo en serio, me deja alucinado cada vez que sale un programa nuevo y en media hora lo maneja como si ella lo hubiera diseñado) con un máster de ofimática empresarial... y sin embargo, para instalar nuevos programas en el ordenador, tiene que acudir a mí o a su hermano... es que tiene pánico a estropear algo, si mete mano en ésa máquina tan rara y llena de cables por todas partes.

Mi hermana menor está licenciada en Historia del Arte... pero para hacer su tesis de fin de carrera sobre las epigrafías de Castilla y León, tuvo que acudir a los conocimientos de latín y griego de su hermano mayor, el bandarra, por que no entendía ni papa de lo que encontraba escrito en las piedras de las iglesias.

Y lo que, a mi modo de ver, es peor aún: ambas, y que conste que no las critico por ello puesto que es un mal demasiado extendido, todavía me llaman para consultar si burro se escribe con b o con v (es sólo un ejemplo, por supuesto su ortografía no es tan limitada), o si existe una palabra que defina a los nacidos en Huelva. Eso, en la era de los procesadores de texto, que te lo dan todo mascado y digerido.

Puestas así las cosas, no es extraño, entonces, que tras un año de baja laboral por culpa de unos lumbagos que no se los deseo yo ni a mi peor enemigo; después de haber sufrido física y emocionalmente dolores que me volvían prácticamente impotente de tomar a mi hija de veinte meses en brazos y que limitaban mi capacidad de disfrutar de mis momentos de asueto; después de haber pasado jornadas enteras en la puñetera cama o vegetando delante de la televisión y el ordenador a la espera de que el super especialista tuviera a bien atenderme en su consulta; después, en fin, de desesperarme por no saber qué coño me pasaba, llegue el individuo éste y me diga que, como no hay nada susceptible de corregirse por medios quirúrgicos, no entiende la razón por la que he sido derivado a su servicio de traumatología, especialidad columna... ¿No te jode?... Pues muy señor mío: porque me gustaría saber el porqué de mis dolores y si hay alguna forma de paliarlos... ¡Vamos que no vengo aquí de visita, ni a verle a usted la cara de pánfilo despistado! ¡Coño! Que es que le hacen a uno hablar mal y desear liarse a dar hostias hasta que el ínclito se ría...

De verdad, de verdad, que no soy partidario de la violencia. Pero es que algunos se ganan a pulso que les llenen la cara de aplausos. Y lo peor de todo no es esto, no... lo peor es tener que aguantar la mala educación de la que hacen gala estas eminencias médicas. O sea: No tiene ni puta idea de lo que me pasa. Vale, lo acepto; no tiene por qué saberlo todo, al fin y al cabo sólo es un especialista, no Dios. No muestra ni el más mínimo interés en ayudar al paciente. Vale, también entiendo que tienen que tratar a un montón de gente del más variado pelo en el menor tiempo posible, así que, acepto Badajoz como parque acuático. Pero que encima me trate como a un perro, sin el más mínimo rastro de educación, y cuando le pregunto que hacemos, me conteste con ésa prepotencia y poco menos que me eche a patadas de su consulta sin contestar a mis preguntas... es que es para agarrarle la cabecita medio calva y aplastársela de un solo movimiento contra la mesa del despacho, de verdad.

Salí tan cabreado de la consulta que no me di ni cuenta de en qué sentido se abría la puñetera puerta... y como consecuencia de mi envite, la desencaje de su marco... Él se debió dar cuenta de mi enfado, porque ni siquiera se dignó a saludarme ni a llamarme la atención por el destrozo. Total... si sólo he puesto en evidencia su falta de educación y su absoluta ignorancia sobre lo que se supone que es su especialidad... no me parece a mí que éso sea motivo para tratar con desprecio, con soberbia o con malos modales a quién ha sido exquisito en el trato. Hasta el momento de la puerta, claro.

Total, que como sigamos así, pronto tendremos que ver con vergüenza cómo la falta de cultura y la falta de educación se hacen tan comunes en nuestro país como en los Estados Unidos de América. Para muestra un botón:

16 comentarios:

Isabel Burriel dijo...

No hace falta tener una licenciatura o una ingeniería para tener cultura y educación. Hay gente de pueblo infinitamente más culta o más sabia y, por supuesto, con mucha más educación que un listillo con montones de títulos en su poder.
Hace unos años hubo epidemia de titulitis. No eras nadie si no tenías un título. Pero la gente es muy vaga y está muy falta de interés por las cosas, la cultura, la vida. Así que si se dedicaban a sus carreras, no atendían a nada más. Y así son de zopencos y maleducados.

Besitos.

Fibonacci States dijo...

¿Pero tu pa que vas al médico con algo tan complicao si sabes que solo puede atenderte 5'?

Pa que en 5' acierte un médico lo que te pasa, tiene que ser un médico de Dios. Si no pasa esto... que uno acaba sacando el marco del quicio.

Hay que reducir costes sanitarios y somos muchos, ya sabes que ellos no te ven como tú a tí mismo.

Lo siento, salud y paciencia, ponte buenas bolsas de agua caliente en los riñoñes pa dormir... "remedios de abuela" a veces funciona.

Salud!

Mormo dijo...

Eso digo yo INTE. Por eso me quejo, por la densidad de zopencos que existen hoy por metro cuadrado.

Sí, eso hago SUSANA, me pongo mi mantita eléctrica y me dedico vegetar. Y cuando el dolor es intenso, pues me fumo un porro y le echo un casqu... ¡coño! ¿Qué hago yo contándote a ti mis intimidades?

Montse dijo...

Querido mormo, no sé si este comentario quedará aquí para la posteridad o me lo tendré que comer con patatas... porque hoy Blogger no me deja meter comentarios ni en mi propio blog, pero eso es harina de otro costal.

Veamos, yo el año pasado estaba como tú más o menos (unos dolores de espalda terribles) y después de ir pasando de Herodes a Pilates, al final acabé por irme al especialista que me entra por la mutua que pagamos a tocateja cada mes (no porque no paguemos a tocateja cada mes a la S.S., no, sino por lo que te digo: me iban mandando de uno a otro y tiro porque me toca y nadie sabía decirme qué pasaba). Total, que el de la mutua me hizo más pruebas (hasta una gammagrafía)en fin, que al final - como casi siempre pasa en este país- uno tiene que acabar sacando el talonario. ¡Porca miseria!

bueno, ya sabes que he tenido que dejar de correr (pero puedo caminar, arrastrarme, etc)
;)

Nada serio, ¿eh? cosas del tiempo... ejem...

Hale y ya paro, porque esto parece la carta a los RRMM.

Un besote y ¡¡¡no desesperes!!! sólo deja de correr ;)

Belén dijo...

Que tendrá que ver una cosa con otra, yo he tenido amigos super cultos que me daban cien mil vueltas en literatura y trabajan en la OPEL de operarios de cadena, imagina!

besos

istharb dijo...

que alborotao estas que hasta te cargas una puerta.

En cuanto a la falta de modales y demás, está claro que la educación la tiene quién la demuestra. No por mucho estudiar eres más educado.

Y en cuanto al planteamiento de la educación hoy día, uff no se, pero creo que hasta una tesis podría hacer. El tema es, que la teoría de la educación como está planteada hoy día, es buena, al menos según mi punto de vista. Se supone que da las herramientas al educando para autoaprender. es decir, enseñarle a utilizar, manejar y buscar conocimientos. El problema es que la práctica nada tiene que ver con esto.

EN cuanto a lo de tus hermanas, jajajaja, yo estudio una carrera, y para cultura general, siempre recurro a mi hermano, que es una enciclopedia andante y el lo dejó en el primer grado de la antigua FP. Pero lee hasta mis libros de texto por entretenimiento, y algunos los conoce casi mejor que yo.

EN cuanto al martillazo al pc, buenas ganas he tendio hoy de darselo, pero me ha sacado la lengua, jajajajajaja

Un beso

Anónimo dijo...

La gente mal educada existe, la gente ignorante existe, la gente descortés existe... Y poco tiene que ver con su nivel de instrución.

Unknown dijo...

Me encanta cuando alguien empieza contando una cosa y acaba contando otra.

En primer lugar: ¡Vivan los hombres renacentistas! Será que yo no soy del corte de tu abuela, pero me impresiona mucho una persona que tenga conocimientos en campos muy diversos.

A la hora de buscar un hombre, pido: que me impresione en una materia, que se deje impresionar por mi habilidad en otra, y que no sea un ignorante en el resto (vamos, que tenga una buena base).

En cuanto a mí misma, estoy especializada puesto que soy filóloga, pero frente a compañeros que eligen un tema de investigación y se limitan a él, yo manejo distintos temas: teatro del XVI, novela del XIX, poesía del XX.

Finalmente, ese señor que se dice médico... Supongo que te toca tener paciencia, aguantar como buenamente puedas y buscar otro especialista, a ver si este sabe al menos lo básico: que está tratando por seres humanos. Si te sabe ayudar, mejor, pero lo primero es tratarte como el hombre que eres.

Besos.

Mormo dijo...

Pues yo pienso aplicar otra estrategia ARARE: la sugerida por mi médico de cabecera. Cada vez que me duela... baja al canto, ya verás qué rápido ponen remedio...

De eso me quejo BELEN, de que, en buena lógica, los más cultos deberían ser los que más han estudiado, y no al revés.

En cuanto a la educación ISTHARB, yo la veo como algo inherente a la cultura, o sea, lo que le he contestado a BELEN. Y con lo que me cuentas de tu hermano... ergo... teoría demostrada.

Me dejas asustado IRENE. Yo pensé que estaba todo bien hilado y vienes tú y me dices que empiezo hablando de algo y termino hablando de otra cosa...¡hum! La verdad es que soy un poquito disperso y que le doy muchos rodeos a las cosas. Pero que conste que lo hago para entreteneros leyendo... jajajjajajaja...

Montse dijo...

Hello!
Acabo de ver el video (que ayer no me dio tiempo, que dura casi 10 mn) bueno, esto es terrible, no? adonde iremos a parar? (huy, me parece una frase de agüelica, pero es queeeeeee...)

Con tu permiso, "me lo llevo"... ya te mangué la imagen de "Apadrina a un blogero"... si no te parec bien, la sacaré del blog "y te la devolveré, jejeje"

Feliz lo que queda del jueves!

DémoNan dijo...

La mejor escuela es la de la vida, hay gente con muchos estudios y son unos tremendos catetos. Nada que ver lo uno con lo otro.Besos.

Unknown dijo...

¡Cuidadito, Mormo! Que no he dicho que esté mal hilado, sólo he dicho que empiezas con una cosa (tu abuela) y acabas con otra (el médico). Y sí, está bien hilado, si no fuera así no tendría gracia. Estas cosas si se hacen bien, son encantadoras; si se hacen mal, una cutrez. Qué suerte que tú eres encantador.

Besos.

Bito dijo...

No creo que de lo que estés hablando sea de educación, que eso si te lo curras podría tenerla hasta un mono, creo que hablas de algo un poco más complejo que es coherencia, respeto, amor por lo que uno hace e interés, así como ganas de crecer o madurar como persona.

Esos estudiantes que se epecializan y ahí se quedan no es que le falte educación, sino que se especializaron en algo y su curiosisad, o su falta de ella, no les ha llevado a aprender otras cosas... falta de tiempo, de oportunidades, yo no lo sé, simplemente creo que cuando tienes curiosidad por algo terminas por saberlo, de las misma forma que tú te has interesado por saber latín, por aprender ortografía, por saber arreglar un grifo...

Pasa con estos especialistas que se acomodan en sus trabajos de ocho a tres, en su sueldo fijo, en su vida resuelta y no está mal, si es loable y perfecto, pero no les falta cultura, pues esta pueden encontrarla en cualquier parte, les falta interés, curiosidad y ganas ya que ésto es lo que te impulsará a querer aprender nuevas cosas.

El medicucho al que asistes es un buen caso, el tío suelta lo que sabe, lo que le sirvió para aprobar su examen, para conseguir el puesto. Por supuesto que un médico puede encontrarse con algo que desconoce, pero si eres un buen médico le dirás al tipo que vuelva en unos días y te irás corriendo a investigar un poco, a buscar respuestas... fascinado por algo que se supone que te gusta.

Repito, y sé que mi respuesta es desordenada, no es falta de cultura lo que tiene la gente, sino de vida, de momentos en los que tener que aprender a hacer un poco de todo, de situaciones extrañas, de salir del nido y volvar a ojos ciegos, de curiosidad, de ganas, de entusiasmo... les sobra conformidad y aburrimiento. Aunque ellos juren ser felices.

En fin, puede que te haya liado, estoy un tanto espeso hoy, quizás algún día lo explique un poco mejor...

Un saludo,

Fibonacci States dijo...

Maestro arquero, ¿Cómo va ese dolor de espalda?... cúrrate otra post que ya toca.

Anónimo dijo...

Ostias putas… Que miedo da ver lo increíblemente y peligrosamente incultos que son en ese país. Da hasta miedo ¿No?
Yo, al medico, me lo como con patatas. Pobre puerta, ella no te había hecho nada ;)

Un abrazo papa oso.

Anónimo dijo...

Hola guapo!!!

Vamos por pasos:

En primer lugar decir que estoy completamente de acueerdo contigo en el riesgo de que la especialización no permita ampliar la mira de muchas personas. o misma me considero cada día mas especialista y cada vez más inculta, encontrando todos los días múltioples personas que me demuestran lo "algo" que sé de muy poco y lo "nada" que sé de mucho.

Con respecto a tu espalada, bueno, debo decirte que a mí tardaron 7 años en diagnosticarme. Pro lo visto una niña de 12 años no puede tener dolores de espalda si no es para saltarse las clases de gimnasia...Creo que la primera vez que se me tomaron en serio fué cuando a los 17 me ví haciendo los exámenes de selectividad de rodillas porque no podía soportar el dolor de estar sentada. Como podrás imaginar, mi relación con los médicos es en general bastante tensa.

Sin embargo, algo he aprendido de ello, y es a buscar el especialista necesario en cada caso. Después de bastantes años, yo he dado con un neurocirujano que me quiere como a una hija (creo que le doy un poco de pena, pero nos reímos mucho de mi mierdi-espalda, hasta que a mí me da la llorera, claro). Bueno, a lo que iba, que a mí el hombre este me ha acertado.

Después de que me diagnosticaran cien -mil cosas distintas o ninguna, todo dependía del médico, al final conseguí que un traumatólogo reconociera que mi tema se le escapaba de las manos, y que viendo la sensibilidad que estaba perdiendo en las piernas y de os dolores que tenía, lo mejor era mandarme a un neurocirujano. Ahí desucbrieron que tengo la espalda como un señor abuelete y que mis discos están completamente desgastados. Tengo hipermobilidad en las vértebras, y eso hace que además del desgaste, a veces s esalgan de su sitio y me pincen un nervio, de ahí los dolores, semejantes a los que sucenden cuando tienes una hernia discal. A diferencia de lo que ocurre con una de las de verdad, en mi caso la hipermobilidad complica mucho la operación, pero de momento me van haciendo apaños que me ayudan.

Bueno, todo esto para darte muuuchos ánimos, decirte que no dejes de buscar, que des todo lo que haga falta por tu salud, y que no busques siempre el mejor especialista: busca la mejor persona, busca un médico con vocación y será el que más te ayude. Yo he tenido suerte, es un grna médico en todos los sentidos, pero te juro que si tubiera que elegir por alguna de sus facetas,elegiría la humana.

Un último consejo: bussca a dicho ser humano dentro de los especialistas en neurocirugía. Sólo puedo desearte suerte, Mormo, y esperar que tú soluciones lo de tu espalda y yo lo de mi cultura.

Un beso enorme,

Gema