jueves, 15 de febrero de 2007

BIENVENID@S

Bienvenid@s a mi blog. No te cortes y deja tus comentarios. Así, además de servirme a mí para desahogarme, nos servirá a ambos para mejorar, a ti para dar tu opinión y a mí para saber si lo que vuelco en estas lineas interesa sólo a su autor.

Hace un tiempo que no dejo de pensar en escribir. No puedo dedicarle a esta afición los ratos que se merece y eso me deja vacío y con hambre de algo indefinido. Pienso que tengo muchas cosas que contar, quizá no demasiado interesantes, pero con sentido para mí. Tal vez sólo se trate de jugar con mi reflejo, un espejismo narcisista o un deseo íntimo de notoriedad, pero ya va siendo hora de calmar este ansia. Traté de mantener un blog para mi hija en el que proponer algunos consejos que sé que no seguirá, cuando tenga capacidad para leerlos, pero lo que quiero escribir no es lo más apropiado para una niña de apenas un año de vida, así que lo intentaré con un blog propio donde pueda verter mis obsesiones.

No voy a cometer el error de publicar mi nombre. Pero sí puedo decir que tengo 40 años, aunque no los aparento. Aquellos que no me conocen suelen pensar que rondo los 34 o 35; y aunque es evidente mi sobrepeso, dicen que soy atractivo. Quizá se deba a la extrema longitud de mis pestañas, o a ése aire masculino que me rodea y que yo fomento procurando dar a mis rasgos una seriedad “numerobenemérita” que desmiente mi sonrisa, en cuanto tengo un poco de intimidad con mi interlocutor. Quién lo sabe... En cualquier caso, mi experiencia con el sexo femenino ha sido bastante más extensa de lo que me hubiera gustado, en un principio; y digo esto, no porque no me gusten las mujeres, más bien al contrario; pero tal vez algo más de suerte al encontrar a mi media naranja no hubiera sido mal recibida. A veces me da la sensación que la he encontrado demasiado tarde, perdida la inocencia en quién sabe qué curva del camino.
Pero la encontré. Y soy feliz. Además puedo permitirme el lujo de continuar con mis devaneos y mi afición a lo femenino, ya que mi compañera y esposa acepta de buen grado estos "pequeños defectillos"; o al menos eso dice ella...

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