jueves, 23 de septiembre de 2010

muchas gracias a todos

Muchísimas gracias a todos y a todas.

Muchas gracias, tanto de parte de los trabajadores de este país que aún continuamos en activo, como por parte de los que han pasado a engrosar la mayor empresa del Estado, el INEM; o como quiera que se llame ahora el organismo desde el que desesperan más de CUATRO MILLONES de habitantes.

Quiero hacer llegar este agradecimiento sincero especialmente a todos aquellos que día tras día, desde hace ya tres meses se esfuerzan en mantenerme bien informado y me han hecho llegar tantos y tantos e-mails y recortes de periódico explicándome lo malísimos que son nuestros sindicatos, lo corruptos que son nuestros delegados sindicales y la ingente cantidad de jetas y liberados a los que estamos dando de comer gratis.

Porque gracias a todos vosotros, que me dais bien mascaditas las noticias, impidiéndome formar mi propia opinión, que repetís una y otra vez las mismas mentiras hasta hacerme olvidar la realidad que tan bien conozco y que adormecéis mi memoria presentándome salvadores mundiales de uno u otro color, hoy; a una semana de la huelga general del próximo 29 de Septiembre ya no necesitamos ver los telediarios del día siguiente ni contratar adivinos, sociólogos ni encuestadores para saber que la huelga ha sido un auténtico fiasco. Congratularos. El Bien ha vuelto a vencer al perverso Mal, la Luz a la Oscuridad y los rebeldes al pérfido Darth Vader.

¿Y ahora qué? Pues nada, ahora a agarrarse los machos, que vienen curvas. Gracias a que esta huelga no va a ser secundada por la inmensa mayoría de los trabajadores, habremos dado un paso de gigante (pero hacia atrás) en la modernización del mercado de trabajo.


En estos tres meses he leído y escuchado decenas de excusas para no ir a la huelga: que los sindicatos ya no representan a los trabajadores; que no han hecho nada para impedir que haya tanto parado en los últimos dos años; que total, para qué si la reforma laboral ya está publicada en el BOE y ya tiene vigencia; que por qué precisamente ahora y no cuando se supo lo de la reforma hace tres meses; que estamos en crisis y no es cuestión de perder más dinero... y así hasta el infinito. Y sinceramente, todas ellas me parecen paupérrimas. Creo que los que no van a hacer la huelga, no la hubieran hecho hace tres meses ni la harán dentro de seis. O bien porque no se han enterado del todo de qué va esta huelga (quizá cegados por tanta información sesgada), o porque, interesadamente, nos están haciendo víctimas de su cerrazón ideológica (léase fanatismo, pero sin el componente dramático de la palabra).

Que estamos en crisis y a todos nos hace falta el dinero está clarísimo. Todo aquel que lea esto pensará “a mí el que más”. De acuerdo. Desde luego, si hay alguien al que le va a faltar el pan por no ir un día a trabajar, le sugiero que no secunde la huelga. Pero no creo que haya tantos casos de esos. Y ya que nos ponemos a pensar en el dinero ¿porque no nos preguntamos donde han ido a parar los millones de euros que el gobierno ha aportado a la banca? En teoría deberían haber servido para que los bancos facilitaran el acceso a los créditos para salir de la crisis a las empresas... Y sin embargo, todos hemos leído que dicho acceso ha sido cada vez más dificultoso, con lo que muchísimas empresas en este país han tenido que cerrar y ha aumentado el número de parados. ¿Alguno ha leído u oído que algún partido político haya preguntado por ésa millonada? No, creo que no. O yo al menos no me he enterado. En cambio sí he recibido multitud de correos indignándose porque en estos momentos de crisis el gobierno ha “untado” a los sindicatos con una porrada de dinero para que no protesten. Que yo sepa, ése dinero está destinado a formación, a desarrollar programas de higiene y salud laboral, a ayudar a los inmigrantes (muchos de ellos ilegales que no se atreven a pedir ayuda al gobierno pero que sí confían en los sindicatos), y a otras políticas sociales. Es más, creo recordar que he leído una noticia en la que algún sindicato protestaba por la concesión sin condiciones de dichos créditos a los bancos y en la que se sugería aprovechar ese dinero en modernizar las infraestructuras y sistemas de trabajo en las empresas españolas. Pero claro, esas noticias no interesan a quien tiene el control de los medios...

La oportunidad es otra de las excusas más leídas y escuchadas. Contestaos a vosotros mismos estas preguntas: ¿Alguien se ha molestado en leer el Real Decreto Ley 10/2010?¿Alguno se ha molestado en saber las consecuencias de su aplicación? Si la respuesta a ambas preguntas ha sido “no” y ya han pasado tres meses desde su publicación, imaginaos lo que habría sido una huelga en aquel momento. Si nadie se ha molestado en informar a los trabajadores que son los más afectados por esta reforma y la única referencia que tienen del dichoso real decreto-ley es lo que nos dan digerido a través de los medios... mal vamos. Por eso se hace esta huelga ahora. Primero para analizar en profundidad el conejo que el gobierno se ha sacado de la chistera y sus consecuencias; y segundo para dar tiempo a los trabajadores a informarse... El que haya querido, claro, que a algunos les vale con lo que diga algún amiguete.

En cuanto a lo de atacar a los sindicatos... voy a ser justo. Por desgracia, los sinvergüenzas son una especie endémica en este país y su distribución ecológica abarca desde los colegios de primaria hasta la Casa Real. Y en los sindicatos hay de todo, como en botica. El problema para los sinvergüenzas en un sindicato es que tienen la desgracia de tener que convivir con unos cuantos idealistas alrededor que tienen realmente vocación de servicio público, a los que resulta muy difícil corromper con cualquier clase de prebenda, así que tarde o temprano tienen que presentar cuentas y resultan cazados. Muy al contrario de lo que ocurre en los partidos políticos patrios; donde la gente suele denunciar al corrupto porque no ha recibido su parte en el reparto del pastel. Y un detalle para los que no lo han pensado: Los sindicatos, aquí, en España, se financian con el dinero que aportamos los afiliados. Ojalá pudieran decir lo mismo, tanto el partido en el Gobierno como el de la oposición; así no tendrían que hacer favores una vez en el poder a los que han pagado su sueldo o las millonadas que cuestan las campañas electorales...

Y desengañémonos. Independientemente de lo que nos quieran vender a través de los medios de comunicación controlados interesadamente por “poderes oscuros”, en este puñetero país la única defensa que tenemos los trabajadores es a través de los sindicatos (será por eso que quieren cargárselos????). Porque, como he dicho antes, la inmensa mayoría de los que están en los partidos políticos, están para chupar, para mirar por sus intereses y los de unos pocos allegados, no por los de los curritos de a pié.

No voy a despotricar contra el partido en el gobierno, que no hace honor a sus apellidos (socialista y obrero) y que me hace sospechar que es hijo del vecino y no del que le dio el nombre. No voy a hacerlo mucho porque tengo algunos amigos, he incluso familia, que son acérrimos del mismo y a los que puedo ofender si hago uso de mi memoria y les recuerdo que con ése partido en el poder nos han clavado profundamente las ETTs en sálvase la parte y han institucionalizado el contrato temporal; al que, por cierto (por fin, sólo han tardado veinte años en darse cuenta que no generaba empleo, sino precariedad), ya le han puesto fecha de caducidad.

Tampoco, para ser ecuánime, voy a meterme demasiado con el nuevo partido de los trabajadores (pffff... perdón, no quería reírme, que esto es serio), al que se la ha caído la última letra repetida y le han pintado la cara de rojo... bueno, de rosa pálido, mejor. Hablo del partido que nos quiso clavar esta misma reforma y a la que conseguimos tirársela el pasado 20-J con la huelga general. Si no recuerdo mal, en aquel momento también se dijo que los sindicatos eran el malo de la película, pero claro, como los que lo decían eran de un partido de centro-derecha... Que el Partido Popular aproveche la circunstancia de la crisis para hacernos creer que defiende los derechos de los trabajadores es tan surrealista que perfectamente podría haber sido una escena del perro andaluz. Pero todo vale, con tal de desgastar al partido en el poder y, de paso demonizar a los sindicatos.

Todos esos que durante este periodo de tiempo han hecho de voceros gratuitos para el Gobierno, para los grandes empresarios y para los bancos (sí, sí, no pongáis ésa cara... son esos los que controlan los medios de comunicación en este país, por si alguien no se había enterado aún) difundiendo los mensajes antes citados se van a encontrar después de la huelga un panorama de lo más idílico. Lo más triste, es que ellos mismos son trabajadores y se verán afectados por la nueva reforma laboral. Y para que me entendáis mejor pondré algunos ejemplos:

Ejemplo 1: Soy un trabajador de una empresa que ya ha tenido algún que otro expediente de regulación de empleo (los famosos EREs). Mi empleador, que es una bella persona y que ya no puede soportar más la crisis, ha decidido que, como tiene previsto perder dinero a dos meses vista va a echar a la calle a 25 trabajadores el mes que viene. Y yo soy uno de ellos. Da igual que lleve trabajando en la empresa quince años o seis meses, total, sólo le voy a costar 8 DÍAS por año trabajado... Porque el resto, los otros 12 días los vamos a pagar entre todos los que continuemos trabajando, a través del FOGASA (ése 4,7 % que nos quitan todos los meses de la nómina) y CON UN MÁXIMO DE DOCE MENSUALIDADES; es decir, que encima le voy a regalar a mi empleador todo lo que supere los doce años. Y todo ello sin que nadie controle si lo de las pérdidas es cierto o no... Porque en la reforma no está previsto ningún método de control judicial.

Ejemplo 2: Soy una trabajadora con un problema de salud. Mis periodos son dolorosísimos y me impiden realizar algunas de las actividades que realizo con normalidad el resto de los días del mes. Además me pongo hecha una fiera en los días previos a mi regla y reconozco que es difícil tratar conmigo. Como consecuencia de ello, he tenido algún que otro roce con mi jefe; pero nada de lo que preocuparse. De hecho es tan majete que me ha sugerido que en esos días, en vez de ir a trabajar, me vaya al médico y le comente el caso a ver si me da la baja. Peeeero... con la nueva reforma SI FALTO AL TRABAJO UN 20% DEL TIEMPO EFECTIVO en un dos meses (ocho días, es decir, una gripe con fiebre) o el 25% en meses alternos, como en mi empresa hay mucho absentismo (más del 5%), mi jefe, que me tiene tanto cariño se ha deshecho de mí por la vía rápida. Le interesa más tener a un chico que no le dé tantos quebraderos de cabeza y que no discuta con él.

¿Os parecen bien estos ejemplos? Podría poner más, pero no quiero hacer más extenso y farragoso este correo de lo que va a resultar al final. Si algún iluso piensa que son exagerados o que no se van a dar miles de casos como los ejemplos que he descrito, que se lea bien el texto del Real Decreto-ley 10/2010, de 16 de junio, de medidas urgentes para la reforma del mercado de trabajo; que así es como se llama el regalito. Pensad que, de momento, las empresas están sujetándose a ver cómo resulta lo de la huelga. Pero si ésta no tiene éxito, podemos irnos preparando para la sangría que nos van a provocar. Y después vendrá la reforma de las pensiones, de la Seguridad Social, de las prestaciones por desempleo, etc, etc, etc. Que una vez derrotada la defensa de los trabajadores es el momento de aprovechar para sumar recortes de gastos a todos los niveles, antes de que se recuperen del palo. No lo digo gratuitamente: El empresario modelo Díaz Ferrán, al que ninguno de nosotros veremos en la cárcel pese a los desmanes que ha cometido dentro de sus propias empresas y como presidente de la patronal de empresarios (auténtico padre de esta reforma y de la que dictó a su íntimo amigo Aznar) ya ha vociferado a los cuatro vientos que esta reforma se queda corta, si lo que se quiere es aumentar la competitividad de las empresas españolas... Sin comentarios...

Soy consciente que lo anteriormente escrito en este correo ofenderá a más de uno y de una; sobre todo si se sienten aludidos por cualquiera de mis opiniones. No es mi intención ofender a nadie. Lo único que quiero es que “mis palabras sirvan de palanca, que revienten quietudes minerales, tapones de cera... y otros males...”. Así que ruego a todos los que tanto interés han puesto en mantenerme informado con tanta sandez (perdón, borrar eso, que he dicho que no quiero ofender. Vamos a cambiar la palabra por desinformación) desinformación que contribuyan con el mismo ahínco con el que han publicitado las otras anónimas e interesadas a distribuir este juicio que sí va a ir firmado con nombre y apellidos. Sé que los quintacolumnistas no lo reenviarán, pues la información o el criterio contrario al propio no interesa a quien persigue un fin ilícito o engañoso. Pero igual que yo me he molestado en leer todos sus correos o sus noticias sesgadas, espero que, como mínimo tengan la deferencia de leer hasta el final esta humilde opinión de un trabajador, que ni forma parte de ningún órgano de gobierno de ningún sindicato, ni admite dictados que no sean propios, ni se casa con nadie. Tengo la mala costumbre de leer y crear mis propios juicios.


Un saludo a todos y todas, nos veremos en los piquetes.

Félix A. Cortés Arroyo

mormo34@gmail.com


ROMANCE DEL REY DON SANCHO

-¡Rey don Sancho, rey don Sancho!, No digas que no te aviso,

que de dentro de Zamora un alevoso a salido;

llámase Vellido Dolfos, hijo de Dolfos Vellido,

cuatro traiciones ha hecho, y con esta serán cinco.

Si gran traidor fue el padre, mayor traidor es el hijo.

Gritos dan en el real: -¡a don Sancho han mal herido!

Desque le tuviera muerto, metióse por un postigo,

por las calles de Zamora va dando voces y gritos:

-Tiempo era, doña Urraca, de cumplir lo prometido.